martes, mayo 08, 2007

Monólogos de interiores

Las palabras uno las piensa cuando está al pedo: ¿entendés? Por ejemplo, viste, la palabra paciente. Yo, ponele, el otro día, agarro y estoy en casa leyendo un libro de un borrachón y me empiezo a sentir fulero del estómago, pero mal mal. Bueno, me llevan al hospital. Encima en la loma del culo y encima en una villa adventista. Ojo, yo no les bardeo la religión, pero tienen un mambo Gordo, que ni te imaginás. Los viernes se rascan las bolas emulando la gran lunes del gremio peluqueril. Bueno, me llevan ahí, ¿no? Estoy como dos días meta test, meta que qué me agarró, qué se me pasó por la cabeza, esas preguntas pelotudas, mirá si les vas a decir la verdad. Bueno, agarro y pienso: la puta madre, si no fuera paciente, me iría a caminar de noche, y me prendo uno, miro las estrellas, qué sé yo, le pongo más onda a esto. Pero no te dejan salir ni a palos de acá, y encima de noche las pastillas te dan un sueño de puta madre. Y ni ganas de tocarte la chota te da, con estas pastillas del orto, la caminata, el olor horrible de la meada después de comer 16.000 puntas de espárragos. Paciente, ¿entendés, Gordo? Tenés que tener una paciencia de fierro. Él chabón se toma su tiempo, primero el equipo des-ta-pa-coco te hace millones de preguntas a las que uno contesta como si fuera un manual Santillana de lo aplicadito. Pero idiota. Bueno, y eso Gordo, paciente, tenés que esperar a que la muy hija de puta de la psiquiatra venga a poner su cintura de abispa en el sillón; creo que voy a sacar la verga, cuando esté bien durita y chorriante, y creo que será una tarde de agua fría y electricidad, bien a la americana. Emociones Gordo, eso le falta a tu vida. Y lo otro.

2 comentarios:

Niño Naranjo dijo...

Hola, buen día. ¿Qué tal? ¿Ahora nos hablará en dialecto xeneise para siempre? ¿Fue al museo, vio a Perez Holguín?

Anónimo dijo...

ta' bueno.

hay un gordo que se emocionó tanto que está de vuelta.
y se fué a vivir con su propia familia.
qué tal.